CAMPAÑA DE LOS LLANOS ORIENTALES
Pasados los combates del puente de Girardot, siguió siempre con el
Batallón Primero de Neiva, cuerpo éste que integraba uno de los batallones de
la Tercera División, cuyo primer jefe era el general Napoleón Rivera y el general
Alejandro Villoria, como jefe de estado mayor. Partió hacia los llanos,
iniciando la campaña de Uribe en los llanos en persecución de los generales
Pulido y Santofimio.
“Fueron
compañeros de esta campaña el coronel Joaquín Cabrera Polanco, Mathias Silva Hermida, el sargento mayor
Rómulo González Trujillo, el sargento mayor Salomón Ramos, el comandante
Gabriel Antonio Bahamón como abanderado, Jesús Puentes tambor y José de Jesús
López Arias ayudante del Estado Mayor”.
Es árida, escasa
y poco conocida la participación y la
actividad del general Silva en esta campaña; dentro de los textos consultados
encontré un trabajo dado a la luz pública, por el pedagogo e historiador, señor
Elíseo Cabrera Celis, dentro de su escrito de
noviembre 1 de 1.978, denominado “Apuntes históricos-económicos geográficos
y biográficos de Tarqui”, con motivo del II Centenario- de la fundación de
Tarqui, en el cual Elíseo, pariente cercano suyo, comentó algunos episodios que
escuchó directamente del general Silva, sobre esta campaña: “En un caso
angustioso, cuando le tocó enfrentarse con las fuerzas al mando del general
rebelde Cesáreo Pulido, en La Uribe, de los llanos orientales, a causa de que el general Silva, llegó con su ejército
diezmado por la travesía del Alto del Rucio en la cordillera oriental, pues
solamente llegaron 300 soldados y el general Pulido tenía mas de 2.000, este
primer encuentro presumía una derrota de parte de las fuerzas comandadas por el
general Silva. La víspera del combate, por la noche, llamó a toda la
oficialidad de alta graduación y les habló así:” Esta noche, cada uno de los generales
y oficiales que he nombrado tomará cincuenta soldados y avanzaremos hacia el
enemigo por tales y tales lugares; cuando ya estemos a distancia de atacar, yo
daré la orden de disparar. Cada uno de los oficiales encargados de dirigir el
ataque llevará el nombre de un Batallón, que serán éstos y éstos. A
continuación ordenaré: ataque el batallón tal, el batallón tal y así harán las
descargas seguidas y avanzarán rápidamente hasta tenerlo al alcance de las
bayonetas”. Así se hizo, todos cumplieron su misión y salió tan bien, que el enemigo desconcertado huyó
rápidamente, creyendo que en realidad
estaba atacado por 6 batallones, dejando en el campo donde estaban acampadas
todas las armas y municiones, así como las vituallas de boca. Paz a la tumba de
este soldado, que le agregamos a la lista de los valientes de Tarquí.”
COMBATE
DE LAS PEÑAS
Ocurrido el 24
de agosto de 1.901, (ascendido a coronel
efectivo), sitio ubicado en la vega de la población de Uribe, también en
los llanos, allá donde la cordillera
oriental pierde sus alturas, próximo a lo que fueron caminos nacionales, en los
tiempos de los caminantes y caballeros del Alto del Rucio, que sirvió de paso
entre lo que conforma hoy el Departamento del Huila y Meta. Las huestes
gobiernistas cruzaron este empinado lugar al mando de los generales Alejandro
Villoria y el general Silva para enfrentarlas con las de los revolucionarios
comandadas por el general Pulido y Emilio Santofimio, quienes habían
robustecido sus fuerzas en esta zona,
presentándose el encuentro de armas que a este respecto hace referencia
el general rebelde, Tulio Arbeláez, en su libro Campañas del general Cesáreo
Pulido, expresando: “Dicho enemigo abrió sus operaciones sobre Uribe en los
primero días de agosto, ocupando este lugar después de pequeñas resistencias
por parte de la revolución en el Alto del Rucio, Paso del Tigre y Buenos Aires
de pocas o ningunas consecuencias.”
El combate de
Papamene, más el del Guape y el de las Peñas ocurridos entre agosto y octubre
de 1901, llevados a cabo en la vega de Uribe salió el general Silva con sus
huestes, al frente del Batallón Primero de Neiva. En otros cuerpos del
ejército, al mando de la División, también marchaban los generales Ignacio
Silva, Manuel A Cuellar, Honorato Díaz y Benigno Velasco. Cruzaron así la
cordillera oriental por el boquerón denominado el paso del Rucio, por que
habían recibido instrucciones directamente del Ministerio de Guerra, para
emprender campaña hacia esos lugares, donde los rebeldes comandados por el general
Cesáreo Pulido tenía su cuartel general, hicieron el contacto, organizándose el
encuentro de junio de 1.901, sosteniendo dura lucha en los combates de
Papamene, Las Peñas y el Guape, haciendo partir en desbandada a sus enemigos
sin bajas que lamentar.
Los anteriores
combates exigieron a las fuerzas del Gobierno la permanencia en los llanos
orientales de sus tropas durante los meses de septiembre y octubre de 1.901,
para sostener esta posición, tanto el general Villoria como el general Silva,
ocuparon estas zonas las que eran fuente de abastecimiento para los
revolucionarios tanto en armas traídas de Venezuela como de reclutamiento de
nuevas fuerzas, las que luego de adiestrarlas eran movilizadas por esta zona al
centro del Tolima, como bien se aprecia en los variados escritos de la
revolución. Prácticamente con la medida tomada se taponó este sector para
controlar el azote contra la legitimidad que desordenado brotaba por doquier.
Los combates de
Las Peñas, del Guape y de Papamene fueron independientemente uno de los otros
de grandes consecuencias para el gobierno por que se taponó este medio de
abastecimiento y la revolución perdió igualmente su alimentación.
Para finales de
octubre de 1.901 regresaron a los valles del Tolima, con el fin de informar los resultados obtenidos en Uribe,
concurrieron al centro de operaciones y cuartel general en Purificación, quedando a disposición del jefe de Estado Mayor de la
División, general Napoleón Rivera y comandante en jefe de ella el general Toribio Rivera.
En este momento
del tema, haciendo un pequeño paréntesis, resumiendo un poco esta guerra,
después de los muchos combates tenidos en los que estuvo presente el general
Silva, los que se iniciaron desde enero
de 1.900, hasta este momento de la narración, o sea hasta octubre de 1.901, ya
se tenían acumulados dos años de un continuo batallar, como se pueden enumerar
cerca de 25 combates, es decir cada mes tenían uno, sin incluir muchos tiroteos
que se presentaban cotidianamente en ese batallar bélico, el que empezó en el
sur del Tolima, hasta el norte del mismo, desde el Cauca hasta los llanos
orientales, teniendo que afrontar lucha no solamente contra las fuerzas
enemigas, sino contra las inclemencias del tiempo, variados cambios de
temperatura, escasez de alimentos, drogas, cabalgaduras y por que no decirlo,
sufrimientos también por órdenes superiores mal
encausadas o interpretadas.
El general Silva solicitó una
licencia y el general Napoleón Rivera, le recomendó que encargara de la
Comandancia General del Batallón Primero de Neiva, a sus segundos en el mando.
Veamos este telegrama:
República de Colombia
Comandancia de
la División
Purificación, Noviembre 7 de 1901
Comandante
Ángel María Silva
Presente
Un servidor tan leal, patriota tiene derecho a las
mayores consideraciones y por eso puede disponer del tiempo que necesite para
reponer su salud, dejando encargados del Batallón Primero de Neiva, al Sargento
Mayor Matías Silva Hermida y al Sargento Mayor Joaquín Cabrera Polanco,
encargándoles muy especialmente la documentación; que pasen semanalmente las
situaciones, a los que haya necesidad de dar de alta, a los que haya que promover.
En la orden de hoy o de mañana, haré constar su licencia
por 60 días renunciables, con derecho a su sueldo íntegro.
Amigo afectísimo, Jefe de Estado Mayor
General Napoleón Rivera
Licencia original concedida por 60 días para recuperación de salud perdida. Purificación fue en aquel tiempo una fortificación, o cuartel general, ubicada en el centro del Tolima, en donde se reunían las fuerzas, comandadas por el general Nicolas Perdomo y sus compañeros militares.
En efecto, mas tarde aparece el siguiente mensaje, el cual se explica
por si solo.
República de Colombia
Ejército
Nacional
Tercera
División del Tolima
Jefatura de Estado
Mayor
Purificación, Noviembre 9 de 1901
PASAPORTE
Se concede
franco y seguro al Teniente Coronel,
Don Ángel María Silva, Primer Jefe del Batallón Primero de esta División, quien
marcha a caballo, con su ordenanza Jeremías Célix, viaja al Municipio del Hato,
Provincia del Sur, en virtud de Licencia Temporal de sesenta días renunciables,
que se le ha concedido buscando recuperar su quebrantada salud.
Permítasele el
paso de los ríos y puentes. Las autoridades del tránsito no embarazarán su
marcha.
Dado en el
Cuartel General de esta fortificación a nueve de Noviembre de mil novecientos
uno.
El Jefe de
Estado Mayor
General
Napoleón Rivera.
En la foto de abajo aparece el pasaporte expedido por el general Jefe de Estado Mayor de la Tercera Division del Tolima, general Napoleón Rivera, debidamente "firmado, marcha con su ordenanza Jeremías Celix, con destino a (Tarqui)".
Salió hacia el
sur, con destino al Hato hoy Tarqui, a comienzos del Siglo XX, la población mencionada y Garzón
eran parte del antiguo Tolima, y así regresó el general Silva a su finca, con el fin de gozar la paz y
tranquilidad requerida, para su delicado estado de salud, y aprovechando la proximidad para visitar a su padre Don Juan de Dios Silva Manrique y a su estimada madre Doña Valentina Valderrama Sarria y a su infantes hermanos queridisimos, quienes vivían en el paso de Maito, lugar en el cual se encontraba su finca denominada Santa Maria, a orillas del Río Magdalena, y le encariñaba su encuentro, con sus hermanos Juan de Dios, Francisco, Nepomuceno, Bernardo, Leonor y Mercedes y otros, ya que todos disponían y tenían sus parcelas cercanas, en las proximidades vecinas a la suya, adicionalmente sus vecinos de la región conocidos por muchísimos años.
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