Capitulo 1 - Su nacimiento, sus padres,sus estudios,sus lecturas.

CAPITULO I

                         Su nacimiento, sus padres, sus estudios, sus lecturas, sus ancestros,                                                historia de Tarqui, historia de Maito, su abuelo materno, Don Calixto                                                                                     Valderrama

El general Ángel María Silva Valderrama - Sus padres - Sus estudios - Colegio Nacional  de San Simón en Ibagué- Colegio Nacional de Santa Librada en Neiva - Revolución de 1895 - Su figura- Su contextura - Cualidades - Características -Personalidad -Director de la Escuela Urbana de Varones en Tarqui.

Fueron los padres del general Silva, don Juan de Dios Silva Manrique y la señora Valentina Valderrama Sarria, quienes contrajeron matrimonio,  el 26 de enero de 1866; en Tarqui, en este bello hogar retoñaron nueve hijos: Jorge (murió niño),  Juan de Dios, Ángel María, Francisco, Nepomuceno, Bernardo, Dolores, Leonor y Mercedes, la familia se dedicó a las labores que por tradición sus antepasados practicaron, que es el honesto pero ingrato cultivo de la madre naturaleza.

Conviene citar los ancestros del general Silva, desde los padres Juan de Dios Silva y Valentina Valderrama Sarria que sus antecesores fueron don Jorge Clemente Silva y quien se caso con la señora Liberata Manrique. Por el lado materno los padres de Valentina Valderrama fueron don Calixto Valderrama y Felipa Sarria Scarpeta, esta de origen payanes. Don Calixto Valderrama murió el 25 de febrero de 1883.

No sobra manifestar, el arraigado abolengo tradicionista político en favor del partido conservador de la familia Silva, el cual se remonta, a los albores de la independencia colombiana, cuando bien lo expresó el mismo general Silva, al escribir la genealogía  (1) de sus ancestros, "mi padre, Juan de Dios Silva Manrique, era sobrino de don José Manuel de Silva, uno de los signatarios del Acta de Independencia, de la Provincia de Neiva, y primo hermano del meritísimo abogado y sacerdote doctor Matías Silva Serrano, del partido conservador del sur, en la época de don Julio Arboleda, e inculcó en sus hijos las  ideas a que él rindió culto. En todas éstas las enseñanzas recibidas dieron el fruto correspondiente, pues las han seguido con decisión y con fe."

Este scanner siguiente, es la partida de bautizo del general Silva, y se llamo Julián Ángel María Silva Valderrama, como lo indica esta partida de nacimiento:





Partida de Bautizo

Nació el general Silva el 28 de enero de 1871, en la población de El Hato, hoy Tarqui, en el entonces departamento del Tolima, hoy Huila, distando esa villa treinta kilómetros de la ciudad de Garzón, célebre diócesis colombiana. Fue bautizado con el nombre de Julián Ángel María, con abuelos paternos Jorge Clemente Silva y Liberata Manrique, maternos Calixto Valderrama y Felipa Sarria, fueron padrinos Nicanor y Angelina Silva, dio fe el presbítero Manuel Agustín Losada.  Sus primeros años como infante, permaneció al cuidado de sus progenitores, quienes prodigaron su ejemplo y orientación en los principios religiosos y morales para contribuir a su buena formación, respeto a los mayores en edad dignidad y gobierno y creencia católica.

Contando la familia Silva, con un patrimonio de alguna consideración, consistente en una finca dedicada a la explotación ganadera, cultivos cafeteros y cacaoteros ubicados en el sur del departamento del Huila, a las orillas del río Magdalena,  brindaron estudios a sus hijos, en esa remota época comenzando con la dificultad en el transporte, para llevarse a cabo la movilización de las personas, ya que en su mayoría se hacía a lomo de mula, a pie o mediante la utilización de la navegación.

Fue así, como aprovechando ese medio privilegiado, sus hijos que  tenían deseos de conocer ese gran mundo, que se encuentra plasmado en los libros, rico en todas las ciencias, que por interés una persona quiere escoger, iniciaron su preparación intelectual. El general  Silva hizo sus estudios primarios en el seminario menor de la Mesa de Elías, en el  departamento del Huila, establecimiento educacional donde se inculcaban principios básicos para los futuros sacerdotes. Posteriormente  los continuó en la escuela de varones, en su ciudad natal de Tarqui, plantel  del cual, más tarde sería su director.

Terminada su preparación elemental, sus padres lo matricularon en el Colegió de San Simón en Ibagué para cursar su secundaria, donde el nivel académico del colegio era más elevado. Fueron sus profesores los señores, Juan Méndez, Ismael Cuenca, Ezequiel Devia, Benjamín Alvarado, Temístocles Vargas, Fidel Peláez, Abdón G. Arturo, Edmundo Vargas y Enrique Ramírez; estudios cursados durante los años de 1889 a 1891.

Notas de estudio de los años 1, 2, 3 de bachillerato en el Colegio San Simón de Ibagué, me he atrevido a meter los certificados porque en el análisis realizado encontré que muchos de los profesores con el andar del tiempo y ya maduros en sus años fueron autores de libros de gramática española, escritores de libros de matemáticas, y personas dignas de mencionar por su labor de buenos pedagogos y autores de reconocidos textos de estudios, lo cual indica que a buenos profesores muy buenos alumnos, y de antemano sabemos que los alumnos siempre superan a sus profesores.

                         Estos certificados, expedidos por el Colegio San Simón de Ibagué.

                               

                                      Conducta del alumno muy buena, lo dice arriba.

                                          Arriba este certificado de noviembre 30 de 1891.                            

Conducta muy buena, abajo.

La conducta, muy buena, certificado de Noviembre 30 de 1891.

No bien conocidos los motivos presentados para que cambiara de colegio, posiblemente por haberse ganado una beca, lo cierto fue que en 1892, aparece matriculado como alumno del Colegió Nacional de Santa Librada en Neiva, plantel secundario donde en forma continua aprobó los años siguientes, hasta  1894, obteniendo el grado de bachiller. En sus certificaciones de estudios aparecen, que, sus profesores fueron: don Calixto Leiva Leiva, Napoleón Rivera, Joaquín Valbuena Perdomo, Joaquín Calderón, Alejandro Caicedo, Antonio Pineda, Rafael Riaño, Baldomero Charry, Jesús Herrera,  Eliseo Maldonado y Helí Mahecha, sobresaliendo como uno de los mejores estudiantes, “de conducta  ejemplar”.

Esta pléyade de profesores como Don Calixto Leiva Leiva, fue muy reconocido en su tiempo y es así como hoy en Neiva existe un barrio denominado que lleva su nombre en reconocimiento a su gran labor desempeñada, y que no decir del general Napoleón Rivera, fue Ministro de Guerra, Comandante del Batallón Tenerife, Don Joaquín Valbuena Perdomo, autor de gramática española, igualmente don Baldomero Charry y lo mismo de los señores Jesús Herrera, Eliseo Maldonado y Heli Mahecha quienes resonaron en la educación huilense como grandes pedagogos y dignos maestros de diferentes centros estudiantiles neivanos, en los que sus enseñanzas dieron sus resultados y obtuvieron alumnos disciplinados y ejemplares.

En los scanner siguientes se estampan los certificados de estudio, del Colegio Nacional de Santa Librada; miremos detenidamente las firmas de los profesores quienes pusieron sus firmas en los certificados y su rubrica indica a si mismo sus personalidades. 

                       Estos certificados expedidos por el Colegio Santa Librada de Neiva.

En el certificado de arriba aparece como profesor el general Napoleón Rivera, y Alejandro Caicedo.

El Rector Don Calixto Leiva Leiva.

       
             El certificado de abajo reza el alumno observo muy buena conducta, es alumno becado.

alumno interno becado, conducta muy buena.

                                           
                                   "Arriba, alumno interno becado,"Secretario Rafael Riaño".

Sigue como profesor Don Alejandro Caicedo y Don Calixto Leiva Leiva y el general Napoleón Rivera, este jefe del general Silva, le llevaba algunos años de ventaja, en cargo y vida.


En 1895, finalizada su educación secundaria, estalló la guerra civil de ese año, el mismo general Silva en alguno de sus apuntes dice "me hallaba dedicado a ellos cuando la guerra los cortó completamente,  porque tomé armas en favor del gobierno, que regía entonces los destinos del país y solo los dejé cuando la nación quedó pacificada y asegurada por medio de la lucha la hegemonía conservadora".

Sobre su participación en la revolución de 1895, por más que su  biógrafo investigó fuentes históricas, no fue posible encontrar registros de sitios, fechas y comandantes bajo los cuales militó; es  posible que se enrolara en el ejercito que organizó en Neiva el general Casabianca, partiendo luego hacia el norte del Tolima. La reseña expresada figura en una comunicación dirigida por el general Silva en enero 10 de 1915, al entonces, presidente de la República de Colombia, doctor José Vicente Concha, cuando mereció una beca en la Escuela Superior de Guerra, por sus examanes presentados en la Escuela.

Adicionalmente encontre, que estuvo a ordenes del General Joaquin Cajiao Cabrera, según dice la hoja de vida que encontre en el Ministerio de Guerra, y habla de que en 1895, se alisto en esa fuerza y que con ella marcho de Neiva a Palermo y por ultimo llego a Ibague, donde recibieron armamento, y mereció el titulo de subteniente.   

En esta penúltima revolución del siglo pasado, quedó el general Silva como oficial del ejército, alcanzando el grado de teniente efectivo. Una vez apaciguados los ánimos revolucionarios después de permanecer en el ejército dos años, en 1897, siendo conocido ampliamente por sus capacidades intelectuales, el gobernador del Departamento del Tolima, por decreto No. 1778 dado en Ibagué en marzo 7 de 1897, lo nombró como director de la Escuela Urbana de Varones de El  Hato y trascendió la noticia entre sus conocidos y paisanos de que el  "general Silva había cambiado su espada por la férula"

La foto de este decreto tiene a la fecha 116 años,  luego como se aprecia en la toma ya esta ajado por el paso de los años, pero aun se entiende perfectamente el texto de su contenido, pero por muy arrugada se entiende perfectamente lo allí dicho y expresado.

Tomo posesión de este cargo en reemplazo del señor Director anterior Manuel Segundo Blanco, y firmo el Decreto el señor Maximiliano Neira, Secretario de Gobierno encargado del Despacho de Instrucción  Publica, Departamento del Tolima, en 1897.

No se sabe cuanto tiempo presto sus servicios en este cargo pero posiblemente fue hasta octubre de

1899, fecha en la cual estallo la guerra de los mil días, y en forma inmediata se vinculo al ejercito, porque el que no se alisto voluntariamente lo hicieron a la fuerza, para todo aquel que estuviera en condiciones de prestar el servicio militar .

El general se vinculó voluntariamente a las filas, por que vale decirlo, quien no lo hizo espontáneamente, fue arrancado de su actividad para engrosar las filas del ejército, bajo el lema de "usted va por que va"; muchos de ellos fueron llevados a los cuarteles amarrados, para prestar el servicio militar obligatorio. Para comienzos del siglo XX, el general Silva contaba con una edad de 29 años. Es conveniente aclarar, que en la guerra que hizo su estallido para esta época, fueron reclutados en sus filas soldados con edades hasta de doce años en adelante, tal como sucedió en la guerra magna de la independencia nacional.

Era el general Silva un hombre robusto, de estatura que no sobrepasaba metro y medio, de amplia frente, de ojos negros y bondadosos, cerrado en barba y mentón bien formado, fue un donoso militar y un penetrante estratega, como varón justo y voluntarioso de acrisolada honradez y de profunda videncia ideológica para con su partido.

Es conveniente manifestar que el general Silva, no escribió un libro, dejando únicamente algunos apuntes, en donde narró sus campañas; como tampoco sus memorias, posiblemente porque quiso sentirse ajeno a esta parte de la historia que aunque tomó parte activa en ella, la consideró degradante, sangrienta y lastimera, tanto para él, como para con los partidos políticos y para la nación.

Igualmente, jamás podría entrar en el pensamiento del escritor de estas páginas, revivir rescoldos, agitar pasiones políticas, o abrir heridas que el tiempo ha cicatrizado y el estudio ha concientizado, para comprender que las ideas no se imponen a la fuerza, sino por el contrario el diálogo y la argumentación son  base para la convivencia y entendimiento  de los pueblos.

Fue mi padre un hombre íntegro en toda la extensión de la palabra, bondadoso, cariñoso, comprensivo, muy estimado no solo por su círculo familiar, que lo rodeó y apoyó, sino por un crecido grupo de personas, en quienes supo granjear su amistad, que se extendía en un horizonte amplio, tan amplio, que fue desde su tierra natal de Tarqui, trascendió a Neiva, siguió al centro del Tolima, Bogotá, Cartagena, Panamá, regresando victorioso y triunfante, navegando sobre el hermoso océano, descubierto por Vasco Núñez de Balboa, dejando grata impresión y recuerdos imperecederos, entre los que lo conocieron cuando con sus huestes llegó a Buenaventura, continuando su recorrido en  briosos corceles, sufriendo penalidades y sinsabores por caminos agrestes y difíciles.

Pasó por la villa fundada por don Sebastián de Benalcazar, llamada Santiago de Cali, siempre avanzando, cruzó Popayán, cuna de ilustres hombres, Inzà, Tunia, Morales y Silvia, hasta salvar la empinada cordillera central, en su sitio próximo al Nevado del Huila, inclemente y dura con estos hombres de la Sexta División, galopando a veces, a paso lento, luego llegó a La Plata, hasta su encuentro final en Neiva, con sus viejos camaradas, paisanos, amigos y dirigentes conocidos.

Su carácter definido y sólida personalidad, jovial como siempre conservando amistades con infinidad de personas, muchas de ellas prolongadas por más de cincuenta años, conforme lo indican la correspondencia sostenida y aún reposada en sus archivos.

Quiso Dios dotarlo de una gran facilidad de expresión, contando sus familiares y amistades que era tal el dominio que poseía, sobre su auditorio, que monótono no era en forma alguna, escucharlo por varias horas cuando narraba sus  propias campañas, o las de Napoleón Bonaparte, quien fue su personaje favorito. Para muchos paisanos conocedores de su valentía,  arrojo y decisión en sus combates indican que quizá en la guerra fue más conocido con el remoquete del "Cuadrado Silva "que con su mismo grado militar, sobrenombre que nunca fue bien recibido por el general Silva.

Anécdotas de guerra, llegadas a mí por versiones de quienes lo conocieron, en el lugar de los hechos exponen, que encontrándose próximo al enemigo, separándolos un caño profundo ordenó que se improvisara un puente, no bien acabado éste, ordenó a sus fuerzas que lo siguieran,  apretó sus espuelas al  brioso corcel cruzando el obstáculo, comentando sus soldados a voz en coro, "lastima el caballo"; amante a cabalgar en buenos caballos por muy versado en estas lides, tuvo siempre los mejores de las fuerzas que comandó.

El general Silva, como ya se dijo, fue un gran lector y admirador del emperador francés Napoleón Bonaparte, leyó muchos libros que trataron sobre sus campañas, sus mariscales, su vida íntima y las estrategias utilizadas en las batallas de Austerlíz, Jena y Eylau, en Alemania. Leyó también grandes obras de la literatura universal,  entre ellas Don Quijote de la Mancha, La Iliada, La Odisea, La Vorágine, Los Mariscales de Napoleón, Napoleón en Santa Helena, La Guerra y La Paz, y muchos textos más, estos libros conformaron su biblioteca y en la actualidad reposan en poder de la familia Silva Durán, es posible que basado en las tácticas militares y estrategias leídas, en los libros del emperador Bonaparte, estas hubieran sido puestas en práctica en sus campañas, porque versiones  de sus compañeros de armas manifestaban, que en momentos de encuentro con el enemigo contaba con gran arrojo y valentía. Era tal la habilidad para programar las batallas, que en muchas ocasiones ganó combates y terreno, contando con tropas inferiores a las del contrario, empleando para ello su táctica agresiva.

Como se puede apreciar en todos sus informes militares, con gran frecuencia expresaba sus agradecimientos a la "Divina Providencia," por los éxitos obtenidos después de un momento difícil, sobrando aclarar su gran creencia religiosa, arraigada en lo más profundo de su ser, como católico confeso que fue.

Siempre he querido escribir la biografía de mi padre, pero bien es sabido, que para hacerlo se requiere de un sin número de factores, los que son fundamentales para hacer una obra, más como en el caso en que me empeño, cuando los hechos ocurrieron hace tantos años y que en mis cortos (cuando él murió), es supremamente difícil escribir historia sin omitir detalles.

No se puede decir que los hombres antes de la guerra de los mil días, tuvieran sed de sangre, porque al igual que mi padre, se encontraban todos los ciudadanos, unos  dedicados  a sus estudios, otros a sus empleos, otros al pastoreo y agricultura, unos últimos a regir los destinos del país y fabricar leyes.

A raíz de la guerra, fueron arrancados de sus quehaceres cotidianos, para sentirse forzados e impulsados por las pasiones políticas, que regidos por intereses políticos, truncaron tempranamente muchas vidas, en cierta forma innecesariamente, pero fue así la época y así las órdenes, que obligaron a muchos jóvenes valientes, que hicieron la Historia y que ella no los debe olvidar, para evitar que tristezas de éstas vuelvan a repetirse.

Por declaraciones del general  Nicolás  Perdomo, ministro de Gobierno y de la Guerra de los Mil Días, e investido  con carácter de plenipotenciario presidencial del Presidente  de la República, don  José Manuel Marroquín, para firmar EL TRATADO DEL WISCONSIN en Panamá, se tiene conocimiento de que el general Silva inició su carrera como subteniente en 1895 recibiendo  estrictamente sus presillas militares hasta alcanzar el más alto rango castrense de la época como fue el de General de División.

PEQUEÑA RESEÑA HISTÓRICA DE MAITO, ESCRITA POR ELÍSEO CABRERA C.

La finca de Santa Maria, de propiedad del general Silva, quedaba ubicada en este municipio, por esto se ha incluido en esta parte del presente trabajo. 

En el siglo pasado, durante los años de 1825 a 1835, llegó a la región de Maito, un señor de nombre Calixto Valderrama, hijo de un médico de apellido Valderrama, natural del Municipio de Yaguará, del Departamento del Huila, que en aquel entonces pertenecía al Tolima Grande. Su padre, le dio bienes de fortuna  y también alguna instrucción. El muchacho Calixto correspondió a su padre siendo trabajador y juicioso. Adquirió muchos bienes de fortuna y pensó establecerse en un lugar propio para cultivos  y ganadería que era su ideal. Como en su tierra Yaguará,  no encontró una finca para desarrollar sus anhelos, recorrió varios pueblos y al fin llegó a El Hato, hoy Tarqui, y ahí sus vecinos le indicaron que en la vereda de Maito encontraría grandes extensiones de tierras que reunían lo que Calixto buscaba.

Así  fue como Don Calixto, aún joven, llegó a Maito y en un lugar de nombre El Cardo, La Sabina, Quituro, La Pampa , Quebrada Seca y el Cuzco hasta la quebrada de El Mochilero en una extensión de muchos kilómetros cuadrados; compró por una suma irrisoria, toda esa extensión de tierras y se estableció en el sitio de El Cardo, situado en la vía que conduce a Elías y Timaná y cerca también del río Magdalena. Allí construyó una casona de bahareque y paja y principio a formar lo que el tanto anhelaba, cultivos de cacao, caña de azúcar, plátano y lo que fue más importante para él, la ganadería. Cuando ya tenía sus cultivos y un principio de ganadería, en uno de sus continuos viajes que realizaba a Popayán, se casó con la señora FELIPA SARRIA Y SCARPETA, perteneciente a una de las más importantes familias de esa ciudad y se estableció con su esposa en El Cardo. Cultivó cacao a lo largo del río Magdalena, en su margen izquierda en gran extensión. La región más apartada la dedicó a la ganadería como fue el Cardo, Santa María, La Colorada y lugares adyacentes que con su ya adquirida experiencia comprobó que en realidad todos esos terrenos eran buenos para la ganadería. La labranza de cacao le dio buenos resultados, pues después de algunos años recogía en cada cosecha alrededor de ochenta cargas de diez arrobas. Quedando el problema de la venta del producto y para ello formó dos recuas de mulas de veinte mulas cada una y lo llevaba a la Mesa de Juan Díaz, hoy la Mesa del Departamento de Cundinamarca  en donde vendía el cacao y cargaba sus mulas con arroz, traído de Cuba, jabones, velas y sal de terrón o de piedra, como se decía en aquellos tiempos, sacada de las minas de Zipaquirá. Como tenía dos recuas viajaba con frecuencia. El viaje a la mesa de Juan Díaz duraba un mes. Al llegar descansaba quince días y salía con las otras veinte mulas. Por aquellos tiempos ya tenía una lechería bien establecida con más de doscientas vacas de ordeño. (Este informe fue dado por Don Evaristo Cabrera Valderrama que en 1872 tenía siete años de edad) del matrimonio de Don Calixto con doña Felipa Sarria de Scarpetta, hubo varios hijos de los cuales se nombran los siguientes: Tobías, Canuto, Antonio, Felisa Encarnación, madre de Don Evaristo Cabrera Valderrama, Valentina Valderrama, madre del general Ángel María Silva.

Encarnación casó con Don Mateo Cabrera Falla, madre de Don Evaristo Cabrera Valderrama; del General Ángel María Silva ya se habló en la RESEÑA HISTÓRICA DE TARQUI, biografía ya conocida por la mayor parte de los Huilenses y casi todos sus familiares. Don Bernardo Silva fue seminarista en el seminario Conciliar de Garzón y Elías, pero como no tuvo vocación para sacerdote, casó con la distinguida señora Pastora Bermeo y de cuyo hogar se citan los siguientes hijos: JOSE DE JESUS SILVA, ARCENIO, SAMUEL, LUIS ENRIQUE, MARCO TULIO, JESUS MARIA, CELIA, ANA, ROSA, BERTHA Y LILIA. José tuvo dos hogares. En el primero tuvo los siguientes hijos: Luís Adriano, Ramiro, Ernesto, Aura, que es una distinguida educadora, graduada en la Normal de Medellín, Enoc, hoy profesional en mecánica industrial y Fabiola.

En el segundo hogar formado por la señora Mary Castaño Silva, hubo los siguientes hijos. AIDA, JHON JAIRO, ISAUT, AMPARO Y ROSARIO. Amparo estudia economía  en la Universidad de Armenia. José es quizá de los más caracterizados entre los hijos de Don Bernardo Silva Valderrama por su espíritu de trabajo, su honradez, su generosidad y cultura; sostiene a sus hermanas necesitadas en médicos, drogas y y también en su alimentación cuando más lo necesitan. Por su trabajo honrado y activo hizo una buena fortuna en el Municipio del Dovio Valle, es el elemento de la familia Silva Bermeo más familiar, otros dos hijos de Don Bernardo son: Samuel, casado con la señora Mariela Arias y de ese hogar son los siguientes hijos: El doctor Ángel María Silva Arias, abogado y que estudió también Administración de Empresas; Samuel, hijo, Jorge de profesión escultor, Nelly, Mariela y Marlene. Y el otro hijo de Don Bernardo Luís Enrique Silva Bermeo, casado con Lisinia  Arias y hubo varios hijos, entre ellos se cita el doctor Napoleón Silva Arias, economista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y ha desempeñado varias cátedras en la Universidad Libre, seis años en la Universidad Inca , dos años y en la Universidad de las Américas, seis años.

Marco Tulio Silva Bermeo también tiene un hijo abogado, el señor Hugo Fernando Silva Marín. Don Marco Tulio Silva Bermeo, vive en El Dovio, Valle, es comerciante, honrado y buen familiar.

Don Bernardo Silva Bermeo desempeño algunos puestos en el Municipio de Elías Huila, la Administración Postal y la Tesorería del lugar.

Don Juan de Dios Silva Valderrama, otro hermano de Don Bernardo Silva, casó con la señora María Josefa Reyes y de esta unión hubo una numerosa familia de los cuales se citan Tobías que estudió en Popayán y que por su vocación de comerciante adquirió una considerable fortuna en la ciudad de Neiva, en colaboración de su esposa la señora Rosa Helena Cuenca de Silva. Hoy viven en Bogotá en una magnífica mansión situada en el barrio Niza, uno de los sectores de más importancia de Bogotá. Otros hermanos de Tobías, son Daniel, Julio Cesar, Juan de Dios y algunas hermanas: María del Rosario, Mariana, Carmen, Isabel, María Lucia, y Rosalía, todas agraciadas y dignas que fueron el orgullo de sus padres.

Otra hija de Don Juan de Dios Silva Manrique, fue la señora Mercedes Silva Valderrama esposa de Don Leonidas Charria. En este hogar hubo algunos herederos de los cuales sobresalen: Ana María gran educadora, normalista de la Normal Departamental del Huila, quizá una de las mejores institutrices del Departamento que sin duda alguna fue una de las que educaron a la niñez de 1910 a 1935. Otro hijo de Mercedes Silva  es José Ignacio Charria y que sobresalió entre los educadores de su tiempo por su vocación, por su preparación intelectual y su espíritu de trabajo vive en Neiva en compañía de otra hermana, la señorita Nicolaza Charrria Silva. Otro hermano de José Ignacio fue Onias Charria Silva que casó en Tarqui con la señora Mercedes Chavarro y que su único hijo es el doctor Argemiro Charria, gran médico internista y cardiólogo de mucha fama en la ciudad de Bogotá.

Ana María Charria Silva tuvo una hija, la doctora Lola Ramírez Charria, que prestó sus servicios como bacterióloga en el Ministerio de Salud, Leonor Silva Valderrama fue casada con el señor Rafael Reyes.

PRIMEROS POBLADORES DE MAITO

Por aquellos mismos años, 1.825 a 1.835, ya había algunos pobladores en el caserío de Maito, nombre que tomó la región porque asi se llamaba la Tribu, indígena que pobló la extensión territorial comprendida entre la quebrada Lagunilla, límite de Tarqui  con el Municipio de El Pital hasta la quebrada de Oporapa desde su nacimiento hasta confluencia con el río Magdalena. Cuando los españoles llegaron a estas tierras, los maitunos eran los poseedores de estos lugares quienes a su vez había emigrado de la región occidental del municipio de Natagaima Tolima (historiador José Manuel Groot).

Por los años ya citados, habían desaparecido y solo habitaban gentes procedentes de otros lugares, pero muchas de ellas, eran descendientes de estos últimos. Se desconocen por completo los nombres y apellidos de las familias que por aquellos tiempos  habitaban la región de Maito. Descendientes de estos eran los que poblaban a Maito por los años de 1899 a 1915  que en aquellos tiempos no pasaban de 200 habitantes y que en el que esto escribe conoció desde 1910 a 1915 cuando apenas contaba con 10 a 12 años de edad. De 1910 a 1915 vivieron familias en Maito de una cultura intachable, muy trabajadores y honrados y que se gozaba hablando con ellos por su sencillez y simpatía.

RELACIÓN DE ALGUNOS JEFES DE HOGARES DE MAITO

Se recuerdan algunos de ellos como Casimiro Meneses, José Meneses, personas muy agradables y simpáticas Pablo Calderon, jefe de un hogar bien establecido que tuvo su casa detrás de la capilla del lugar, Celidonio Alvarez muy honorable, de ojos azules, mediana estatura y jefe de un hogar de cuyos hijos se recuerdan Honorio, Victoriano, Ángel Maria, Victoriano fue muy parecido a su hermano Honorio de Honradez y trabajo. Rosario Bermeo fue negociante y viajaba a la mesa de Juan Díaz con algunas mulas de su propiedad fue casado con la Señora Natividad Muñoz y de cuyo hogar hubo algunos hijos de los cuales se recuerdan a Manuelita, la señorita modelo de Maito por su dignidad y simpatía. Otro hijo de ese hogar es Floro Bermeo casado en Baraya con una señora distinguida y de esa unión hay dos varones y varias Señoritas. Otro hijo de rosario fue Luis y una señorita Fraxidis, simpática mujer, que mas tarde caso con Gregorio Chavarro. Otro ciudadano de este pueblo, fue Juan Antonio Chavarro, padre de una numerosa familia de los cuales se citan, Esther Chavarro, casado con Eduardo Cabrera, madre de Evaristo Cabrera Chavarro, quien desempeño varios puestos importantes de gobiernos anteriores, caso en Timana con la distinguida Señora Cecilia Ramos Orozco. Evaristo es periodista edito el periódico por varios años “VERTIENTE” y ocupa puesto importante en la sociedad de Pitalito, juntamente con su apreciada esposa y es elemento de unión conservadora en el lugar.

Otro hijo de Esther fue el pedagogo Arnulfo Cabrera Chavarro, fue profesor del SENA por muchos años y en varios lugares del país. Murió joven dejando una viuda también joven con varios hijos e hijas, también son hijas de Esther la señora Lily y Ligia Cabrera Chavarro, casadas y con varios descendientes. Por ultimo otro hijo de Esther es Jaime de profesión periodista.

OTROS HIJOS DE JUAN ANTONIO CHAVARRO SON: Juan Antonio, hijo, Nereo, Gregorio y Francisco. Todos estos señores fueron como sus padres, muy trabajadores y dignos que contribuyeron a formar con su ejemplo, hombres y mujeres de bien.

MAS HIJOS DE MAITO: Rosario Bermeo, padre de Juan Miguel, Feliciano, Isidro y algunas mujeres de quienes no se recuerdan sus nombres, fueron hombres de mucha actividad comercial y adquirieron buenos capitales.

SANTOS Y EPIFANIO BERMEO: Fueron jefes de hogares de Maito y hombre muy activos como trabajadores y cumplidores de sus obligaciones en sus hogares.

NARCISO OME, padre de Arsenio, Desiderio, Edolio y Narciso hijo, Narciso Ome, el padre, fue un hombre que se distinguió, no solo por su trabajo en el campo, sino que tuvo una actividad con la cual alivio a muchas personas cuando sufrían de la dentadura.

FELIX MANRIQUE. Este patriarca de Maito tuvo la distinción de ser muy agradable en el trato y tenía la gracia de hacer reír a sus oyentes. Tuvo varios hijos de los cuales se recuerdan Francisca, esposa de Pablo Calderón, Ezequiel, Buenaventura, Feliciano y Antonio. Además hubo varias mujeres cuyos nombres se olvidan.

MARIANO CLAROS. Este señor tuvo muchas actividades de trabajo, entre ellas la ganadería  fue poseedor de una gran extensión de tierras que principiaban del Recodo hasta su casa. Sus hijos se recuerdan Rosa, Luís Carlos, Alfredo y otros.

ANGELINO CHAVARRO: Fue el padre de Octavio, Jesús Antonio y dos mujeres: Herminia y Amalia, además algunos varones más.

LONGINO CASTRO. Fue padre de Desiderio, Francisco, Martín, Juan, y algunas mujeres entre ellas la esposa de Nicolás Chavarro y la señora de Luciano Meneses. PEDRO MENDEZ. Fue el padre de Evangelista, Pantalón y Manuel.

DEMETRIO BARRERA. Fue un hombre muy aventajado en sus actividades por su valentía y su honradez.

FRANCISCO ROJAS: Fue casado con una hermana de Narciso Ome. Fueron sus hijos Isaías Rojas Ome, persona agradable y simpática cafetero, buen amigo conservador y político. Fueron hermanos de Isaías, Sotero y Constantino.

SANTOS BERMEO. Fue hermano de Nazario Bermeo, Rosario de quien ya se habló y Epifanio. Santos tuvo varios hijos Lastenia, Petronila, Maria, Eva, Pablo y Carlos.

OLEGARIO BERMEO. Fue padre de Vitelio, Moisés, Cantalisio y otros que no se recuerdan, Vitelio Bermeo fue un joven inteligente y activo, Los jóvenes de aquellos tiempos lo quisieron eliminar, pero él se defendió con el derecho que le conceden las leyes de Colombia, cuando dice “Es justa la defensa personal cuando se trata de defender su propia vida” este Señor caso con una buena Señora y de este hogar hubo muchos hijo e hijas. Cuando ellos se casaron formo un pueblo con ellos y viven juntos formando un conglomerado que más tarde será una vereda. Laudable este procedimiento de Vitelio y su esposa y también de sus hijos que quisieron rodear a sus padres.

LEANDRO LOMELIN. Comerciante, fue el padre de Maria de los Ángeles, Lomelin que caso con Desiderio Castro.

FLAVIO CHAVARRO: y sus hijos Valentín Rita y Rubén, elementos de trabajo y el cumplimiento de sus deberes.

JUAN CHAVARRO y su Hermano Matías: Se contaba en aquellos tiempos una anécdota ejecutada por Juan Chavarro y su hijo Liborio este en poco retardado mental.

Consistía que Juan era cultivador de caña de azúcar y molía casi todos los meses. Para encontrar la bestia que le tocaba moler a la madrugada montaba a su hijo Liborio en la mula ensillada con una silla de dos cabezas que hoy las llaman angarilla y lo amarraba por si Liborio se dormía. Cuando Juan iba a buscar la mula silbaba y el muchacho tenía que contestar enseguida para no perder tiempo. Otra Anécdota tuvo lugar con su hermano Matías. Este era antojadizo y una vez cuando Juan sacaba la miel para echarla a los moldes, Matías dijo. “Hermano esta miel para con queso”. Juan compro un queso y al día siguiente cuando Matías repitió su antojo, Juan desmenuzo el queso sobre un poco de miel y se la paso a Matías diciéndole: Toma jarte, Matías comió hasta que no le cabía más y dijo. “Ay hermano no me cabe más”. Juan contesto: “Se lo jarta todo o se lo echo” Matías haciendo un esfuerzo sobre humano se comió todo el contenido pero le vino el desmayo con una terrible enfermedad estomacal que casi se muere.

NICOLAS CHAVARRO. Hijo de Rozo Chavarro, caso con Resucita Castro, buen hombre y trabajador, como todos los Maitunos.

DE ROZO CHAVARRO se contaba que era vendedor de quesos e iba a Timaná todos los jueves a verificar su trabajo y al regreso comprobaba una pierna o paleta de res y la colgaba en la cabeza de la silla sin echarla en vais alguna; se tomaba sus tragos y cuando llegaba a casa ya no se daba cuenta de nada, pero su esposa sabía lo que llevaba y encontraba  la carne completamente colmada de sudor y pelos de la bestia. Hipólito Muñoz: Fue un hombre pobre pero trabajador y honrado, padre de Isidro Muñoz quien por su actividad comercial hizo una fortuna considerable entre Maito y Oporapa. Hipólito Muñoz, le salvo la vida al que esto escribe, durante una quema en el sitio de la Sabina. Se hace este reconocimiento del favorecido a sus familiares. LUIS GOMEZ ZAMBRANO: Este hombre honrado trabajador, residenciado en Maito desde hace muchos años, persona importante dentro de la sociedad Maituna, por su dignidad personal y jefe de un hogar modelo. Fue diputado a la Asamblea del Huila, en donde dio conocer su capacidad mental.

Maito es hoy una inspección de policía, la región más importante de Tarqui, por el número de habitantes que pasan de 6.000 que con su cura párroco, persona que figura como elemento capacitado del clero diocesano , su luz eléctrica, sus escuelas, su colegio cooperativo y la calidad de sus habitantes por su trabajo y deseos de progreso. Está llamado a constituirse en Municipio, obra que tiene sus cimientos y sus esperanzas de ese maravilloso grupo de universitarios que están haciendo sus estudios profesionales en las distintas universidades  del país. Algunos de ellos ya están ejerciendo su profesión o están para recibir su grado.

Ya se habló de ellos en la reseña histórica de Tarqui. Estos jóvenes hombres y mujeres, son el orgullo de Maito y el porvenir de ese pueblo en lo intelectual y social. Uno de los que ya ejerce su profesión es el joven Herney Bermeo Chávarro quien es ya un médico y trabaja en Garzón Huila, en el hospital de ese lugar.

Advertencia del autor del presente escrito. Lamenta no poderse referirse a todas las personas que habitaban en Maito durante los años que se refiere a ésta narración histórica, porque ha sido imposible recordar todos los nombres que corresponden a los apellidos Muñoz, Encarpeta Calderón, Chavarro, Ospina, Escalante, Palencia, Meneses y Bermeo, aunque fueron personas conocidas por el autor, pero si se puede decir con certeza que todos ellos fueron responsables e imprimieron a la comunidad dignidad y ejemplo de trabajo honrado.

                    ELISEO CABRERA C.  (Bogotá, D.C. de 1983)

Pensando en que Don Elíseo Cabrera Celi, escribió la reseña histórica de Tarqui y de Maito, y el general nació en el Tarqui (Huila) y tuvo su finca en Maito, dejó estas dos reseñas en esta parte del trabajo porque todo compendia la vida del general Silva.

Esté testamento se firmó en Febrero 25 de 1883, es decir a la fecha agosto 12 de 2013, cumplió 130 años, cuando nuestra República era Estados Unidos de Colombia, Estado Soberano del Tolima, Distrito del Agrado, Aldea del Hato, como lo pueden leer en el texto,  todo esto se aprecia en la foto:

ESTADO SOBERANO DEL TOLIMA, ESTADOS UNIDOS DE  

  COLOMBIA, DISTRITO DEL AGRADO ALDEA DEL HATO